Ovidio Roig Fernández
El día en que se ofició la misa por el alma de nuestro paisano Ovidio ( Pya- Pueblonuevo, 1918─ Sevilla, 1995) la capilla del Señor del Gran Poder estaba de bote en bote. En la plaza aledaña no cabía un alfiler, hasta el punto de que alguien que por allí pasaba, ajeno a las causas de semejante aglomeración, preguntó a un grupito de feligreses:
─ ¿Va a salir el Gran Poder?
Ovidio Roig Fernández era toda una
institución en ese barrio sevillano devoto del Nazareno y de la Virgen de La
Soledad. Desde 1951 regentaba un bar ─sito en la
confluencia de la calle Flandes con la de Manuel Font de Anta─ muy celebrado
por su historia, por las buenas maneras de su propietario y por los secretos de
cocina de Pilar Andrade, su mujer.
Allí nos dimos a conocer a
principios de los setenta. Me lo presentó mi padre en una de esas amigables
conversaciones presididas por la amabilidad, el respeto y el sentido común, y
sazonadas por la fuerza del paisanaje y los recuerdos de dos personas de la
misma edad.
Ovidio había aterrizado en Sevilla
en 1940 con motivo de tener que cumplir el Servicio Militar. En esta ciudad fue
uno más entre su gente, se echó novia, se casó, y tuvo cuatro hijos: tres
hembras ─Pilar, Julia y Manuela─ y un varón, a quien pusieron el
nombre del padre.
En la temporada 44- 45 Ovidio fichó
por el Sevilla, Club de Fútbol, donde jugó de defensa.
Previamente había militado en
algunos equipos de su pueblo como el Electromecánica C. F., formación surgida
al arrimo de esta empresa, de gran actividad industrial en su tiempo.
En la temporada 45- 46, en las filas
del equipo de Nervión, consigue el Campeonato de Liga.
En una de las instantáneas del
Archivo Gelán ( El Correo de Andalucía, sábado, 3 de junio de 1972,
pág. 21) aparece la formación de la tan celebrada “delantera Stuka”. En pie
están: Clemente, Ovidio, Félix, Campanal, Moncho Encinas (entrenador), López,
Fernando Guillamón, Araujo, Joaquín Antúnez, Acedo, José María Busto, Juan Arza
y Pérez (padre, masajista). Y agachados: Uncilla, Belmonte, Mungui, Alconero,
Eguiluz, Pepe Herrera y Diego Villalonga.
En las siguientes
temporadas Ovidio formará con el Recreativo de Huelva para firmar, a
continuación, por el Xerez C.D. en la temporada 49- 50.
En este club gaditano pondrá fin a
su trayectoria deportiva, para iniciarse después en una nueva profesión con la
que mantener honradamente a su familia.
Para hablar de “Casa Ovidio” remito
al lector a las páginas escritas por el cronista sevillano José María de Mena,
o a algún amante de la buena mesa, que podrá fácilmente encontrar en los
archivos de Internet.
La foto que incluimos, así como una
gran parte de la información, la tenemos que agradecer a Julia Roig Andrade,
hija del jugador, en cuyas palabras sigue estando muy presente el amor a la
patria chica que su padre le transmitió.
Fdo: Joaquín Rayego Gutiérrez.
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